Escrito por 08:36 Mundo

Putin logra una victoria diplomática tras la llamada con Trump

Desde su invasión en 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha querido poner fin a la guerra en Ucrania en sus propios términos. Y en las complejas maniobras diplomáticas de las últimas semanas, el máximo líder ruso ha sabido defender su planteamiento de negociar un acuerdo de paz completo mientras sigue librando la guerra, que cree que va a su modo.

Su postura de línea dura ha resistido la presión de Ucrania, de la Unión Europea y, hasta hace poco, de Estados Unidos para que se produjera un alto al fuego inmediato antes de iniciar las conversaciones de paz. El lunes, tras hablar por teléfono con Putin, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que acogía con satisfacción las conversaciones directas entre Ucrania y Rusia para lograr un alto al fuego y un acuerdo más ambicioso que pusiera fin a la guerra, con lo que se aleja definitivamente de su anterior promesa de conseguir un fin rápido para el conflicto.

Pero la victoria diplomática de Putin podría debilitar sus objetivos económicos más amplios de normalizar las relaciones con Estados Unidos.

Tras hablar con Putin, Trump subrayó que el acercamiento económico estadounidense a Rusia se produciría después de la paz en Ucrania, no antes. Si Trump mantiene entrelazadas ambas cuestiones, podría confinar a Rusia en un purgatorio económico, con escasas posibilidades inmediatas de obtener un alivio de las sanciones occidentales o de atraer las inversiones extranjeras que ofrecía Trump.

“Rusia quiere comerciar a gran escala con Estados Unidos cuando termine este catastrófico ‘baño de sangre’, y yo estoy de acuerdo”, dijo Trump en un comunicado el lunes tras la llamada.

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, planteó la misma cuestión en términos aún más crudos.

“Miren, el descongelamiento de las relaciones entre Rusia y el resto del mundo tiene muchas ventajas económicas, pero no obtendrán esos beneficios si siguen matando a un montón de inocentes”, declaró a los periodistas el lunes, tras reunirse el día anterior en Roma con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El Kremlin dijo que la guerra en Ucrania había sido solo uno de los temas abordados por Putin y Trump, y que los líderes seguían comprometidos con un restablecimiento de las relaciones más general.

“Los presidentes hablaron sobre el estado de las relaciones bilaterales, y ambos expresaron su apoyo a una mayor normalización de dichas relaciones”, declaró Yuri Ushakov, asesor de Putin en política exterior, a la prensa rusa tras la llamada. “El presidente Donald Trump considera a Rusia como uno de los socios más importantes para Estados Unidos en el ámbito comercial y económico”.

El Kremlin dijo que la guerra en Ucrania había sido solo uno de los temas abordados por Putin y Trump, y que los líderes seguían comprometidos con un restablecimiento de las relaciones más general.Credit...Vyacheslav Prokofyev/Sputnik
El Kremlin dijo que la guerra en Ucrania había sido solo uno de los temas abordados por Putin y Trump, y que los líderes seguían comprometidos con un restablecimiento de las relaciones más general.Credit…Vyacheslav Prokofyev/Sputnik

El único acuerdo concreto mencionado por Ushakov tras la llamada de dos horas entre los dirigentes fue un plan para intercambiar nueve prisioneros rusos encarcelados en cárceles estadounidenses por nueve estadounidenses tras las rejas en Rusia.

La modesta propuesta distaba mucho de las esperanzas que albergaban las élites empresariales rusas y los intelectuales progubernamentales a principios de año. En ese momento, muchos en Moscú pensaban que la propensión de Trump por los acuerdos y su enfoque transaccional de la política llevarían a un nuevo episodio en las relaciones rusas con la mayor economía del mundo.

De acuerdo con esa visión, la normalización de las relaciones se traduciría en medidas concretas, como el retiro de las sanciones a las empresas energéticas y los bancos estatales rusos, y su readmisión en un sistema mundial de pagos llamado Swift, pasos que facilitarían y abaratarían el comercio de Moscú. Los funcionarios rusos también esperaban que una reconciliación con Washington propiciara el regreso de las empresas estadounidenses, al menos de los gigantes de la alta tecnología cuyos servicios y productos Moscú no ha podido reproducir bajo las sanciones.

En términos más generales, muchos funcionarios rusos e intelectuales que apoyan al Kremlin creen que una nueva relación con Estados Unidos basada en el interés propio de la realpolitik remodelaría el orden mundial y ayudaría a Moscú a recuperar su estatus de potencia geopolítica.

Puede que Putin siga creyendo que es posible desvincular a Ucrania de los esfuerzos por lograr un deshielo más amplio con Estados Unidos, lo que le llevaría a continuar con las aperturas diplomáticas sin mostrar ninguna voluntad de compromiso, dijo Sam Greene, profesor de política rusa en el King’s College de Londres.

“Si Trump no puede conseguir lo que quiere en Ucrania, y si puede evitar culpar a Rusia por ello, entonces podría verse tentado a buscar la normalización con Rusia en ausencia de una resolución en Ucrania”, dijo Greene en una entrevista telefónica el martes. El objetivo de Putin es convencer a Trump de que los enormes recursos naturales de Rusia son un premio suficiente para compensar la aclamación internacional que el presidente estadounidense se perdería por no detener el derramamiento de sangre en Ucrania, añadió Greene.

Al optar por una rendición de Ucrania por encima de los beneficios económicos, lo más probable es que Putin se guíe por la creencia de que el tiempo lo beneficia.

El precio del petróleo, principal fuente de ingresos presupuestarios de Rusia, se ha estabilizado en torno a los 65 dólares por barril, tras desplomarse en los días posteriores al anuncio de Trump de imponer aranceles globales en abril. El aplazamiento de esos aranceles por parte de Trump ha evitado que el Kremlin tenga que hacer recortes sustanciales en sus gastos de guerra. Aunque la economía rusa se ha ralentizado este año, sigue expandiéndose a un ritmo que hace improbable una crisis financiera. El gobierno espera que la producción interior bruta aumente en torno al 1,5 por ciento este año.

Una refinería de petróleo en Omsk, Rusia. Las últimas sanciones de la Unión Europea incluyen muchas que afectan a la industria petrolera rusa.Credit...Alexey Malgavko/Reuters
Una refinería de petróleo en Omsk, Rusia. Las últimas sanciones de la Unión Europea incluyen muchas que afectan a la industria petrolera rusa.Credit…Alexey Malgavko/Reuters

Funcionarios y propagandistas rusos han dicho que la tanda más reciente de sanciones de la Unión Europea es débil, un grupo de sanciones que incluía la prohibición de casi 200 petroleros asociados con Rusia y la inclusión en una lista negra del gigante petrolero estatal ruso Surgutneftegaz. Por su parte, Trump ha indicado que Estados Unidos podría aplazar la imposición de nuevas sanciones, alegando la posibilidad de que se produzcan avances en las negociaciones.

En términos más generales, las sanciones han ayudado a Putin a transmitir a la opinión pública el mensaje de que Rusia está inmersa en una batalla existencialista con Occidente en Ucrania.

“Los empresarios rusos han aprendido a trabajar bajo sanciones”, dijo Putin a los oligarcas rusos en marzo. “Aunque las debiliten, habrá otras formas de obstaculizarlas. Las sanciones no son medidas temporales o puntuales, sino un mecanismo de presión sistemática y estratégica al país”.

Los últimos datos presupuestarios de Rusia muestran que la estrategia del país de ofrecer bonificaciones y salarios cada vez más altos a los reclutas está funcionando. El número de nuevos soldados ha superado los objetivos de reclutamiento del Kremlin para todos los meses de 2025, según Jack Watling, analista del Royal United Services Institute, una organización de investigación sobre seguridad con sede en Londres.

Y en el frente de Ucrania, el ritmo de avance de Rusia se ha acelerado este mes tras los débiles avances de principios de año. Las fuerzas rusas han ocupado un promedio de 8,5 metros cuadrados de territorio ucraniano cada día de mayo, en comparación con los casi 6 metros cuadrados de abril, según Deepstate, un sitio web de vigilancia de la guerra vinculado al ejército ucraniano. En particular, en las últimas semanas, los soldados rusos han penetrado las defensas al este de la ciudad de Pokrovsk, un bastión ucraniano clave en la región oriental de Donbás.

Los analistas afirman que los éxitos recientes de Rusia en el campo de batalla, por modestos que sean, podrían haber reducido aún más los incentivos para hacer concesiones hasta el final de una ofensiva que se espera en el verano.

En un informe de esta semana, el analista Watling escribió que el desarrollo de los ataques pretendía convencer a los aliados de Kiev de que no se podía ganar la guerra, lo que los llevaría “a presionar a Ucrania para que optara por la paz, incluso en condiciones inaceptables”.