Nueva York.– Es un experimento social ambicioso de nuestro momento histórico, uno que según los expertos podría lograr algo que los padres, las escuelas y otros gobiernos han intentado con diversos grados de éxito: mantener a los niños alejados de las redes sociales hasta que cumplan 16 años.
Una nueva ley en Australia, aprobada por el Parlamento la semana pasada, es un intento de nadar contra muchas corrientes de la vida moderna — fuerzas formidables como la tecnología, el marketing, la globalización y, por supuesto, la voluntad férrea de un adolescente. Y como los esfuerzos del pasado para proteger a los niños de cosas que los padres creen que no están listos, la medida del país es ambiciosa y no exactamente simple, especialmente en un mundo donde los jóvenes a menudo son moldeados, definidos y juzgados por la compañía online que mantienen.
La prohibición entrará en vigor hasta dentro de un año. Pero, ¿cómo podrá Australia hacerla cumplir? Eso no está claro, ni será fácil. TikTok, Snapchat e Instagram se han integrado tanto en la vida de los jóvenes que dejarlos de golpe será difícil.
Otras preguntas surgen. ¿La prohibición limita la libre expresión de los niños y —especialmente para aquellos en grupos vulnerables— los aísla y limita su oportunidad de conectar con miembros de su comunidad? Y, ¿cómo verificarán las edades de las personas los sitios sociales? ¿No pueden los niños simplemente sortear tales tecnicismos, como tan a menudo lo hacen?
Después de todo, este es el siglo XXI —una era en la que las redes sociales son la herramienta principal de comunicación para la mayoría de los nacidos en los últimos 25 años que, en un mundo fragmentado, buscan las culturas comunes de tendencias, música y memes. ¿Qué sucede cuando grandes partes de eso desaparecen?
¿Es la iniciativa de Australia un buen desarrollo que ha tardado en llegar y que protegerá a los vulnerables, o podría convertirse en un experimento bien intencionado con consecuencias no deseadas?
Las plataformas serán responsables
La ley hará que plataformas incluyendo TikTok, Facebook, Snapchat, Reddit, X e Instagram sean responsables de multas de hasta 50 millones de dólares australianos (33 millones de dólares) por fallas sistemáticas para evitar que los menores de 16 años tengan cuentas. “Está claro que las compañías de redes sociales tienen que ser responsables, que es lo que Australia está intentando hacer”, dijo Jim Steyer, presidente y CEO de la organización sin fines de lucro Common Sense Media.