El dolor y la incertidumbre continúan para la familia del luchador juarense Alonso Apolinar, conocido en el ring como Pantera Negra, quien podría estar entre los 383 cuerpos localizados en el crematorio Plenitud, ubicado en Granjas Polo Gamboa.
Desde su fallecimiento, los familiares han enfrentado una serie de contradicciones y excusas por parte de la funeraria Del Carmen, la cual fue contratada para realizar el servicio de cremación, pero que no ha podido justificar claramente dónde fue incinerado el cuerpo del deportista.
En un principio, el personal de la funeraria argumentó que fallas en su sistema informático les impedían imprimir el Permiso de Cremación, documento necesario para que la familia acudiera a la Fiscalía de Distrito Zona Norte a realizar la identificación correspondiente.
Más tarde, cambiaron la versión: aseguraron que Alonso habría sido cremado en un crematorio de El Paso, Texas, pero que en ese momento la negociación no podía emitir la documentación requerida.Tras casi dos semanas, finalmente entregaron un documento membretado con el logotipo de Memorial Recinto Funerario, en el que se afirmaba que Pantera Negra fue incinerado en ese lugar.
Sin embargo, el documento carece de validez oficial, pues sólo contiene una firma sin nombre ni sello de responsable, lo cual generó más desconfianza que certeza en sus seres queridos.
La familia recibió también copias del Registro Civil y del Ministerio Público, con la fecha de defunción de Alonso Apolinar, mismas que planean presentar ante la Fiscalía como parte del proceso de verificación.
“Ese papel no nos da tranquilidad. Vamos a insistir hasta saber si mi hermano fue uno de los encontrados en Plenitud”, expresó un familiar del luchador.
Como la de Alonso, varias familias aún esperan el procedimiento oficial de identificación de los cuerpos encontrados en condiciones irregulares, mientras que los responsables de la funeraria permanecen recluidos en el Cereso Estatal No. 3.