Virginia Giuffre, principal acusadora en el caso del criminal sexual Jeffrey Epstein, relató en sus memorias póstumas sus relaciones como adolescente con el Príncipe Andrés, a quien acusó de creer que acostarse con ella “era su derecho de nacimiento”.
El diario británico The Guardian publicó este jueves extractos de las memorias de Giuffre, que saldrán a la venta el 21 de octubre bajo el título “Nobody’s Girl”.En su libro, aseguró que fue utilizada como “esclava sexual” a principios de los años 2000 y describe con detalle su encuentro con el hijo de la fallecida Reina Isabel II.Según su relato, conoció al Príncipe Andrés en marzo de 2001, mientras se encontraba en la casa londinense de Ghislaine Maxwell, amiga y cómplice de Epstein.
Maxwell despertó a Giuffre una mañana prometiendo a la chica, entonces menor de edad, que “igual que Cenicienta”, iba a conocer “a un Príncipe guapo”.Giuffre sostiene que Andrés adivinó su edad: “Mis hijas son solo un poco más jóvenes que tú”, habría dicho el Duque de York, según sus memorias.Ese día, ambos fueron a un club nocturno en el centro de Londres. Según las memorias, Andrés era “un bailarín algo torpe, y recuerdo que sudaba profusamente”.Posteriormente, según las memorias, ambos regresaron a la casa de Maxwell, donde tuvieron relaciones sexuales.”Era lo suficientemente amistoso, pero aún así con un aire de derecho, como si creyera que tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento”, escribió Giuffre.A la mañana siguiente, Maxwell la habría felicitado por su comportamiento con el hermano del Rey Carlos III: “Lo hiciste bien. El Príncipe se divirtió”.Giuffre sostiene que Andrés mantuvo relaciones sexuales con ella en al menos dos ocasiones más.El Príncipe Andrés, de 65 años, siempre negó las acusaciones. En 2021 evitó un juicio en Nueva York tras llegar a un acuerdo extrajudicial por varios millones de dólares.Por su parte, Ghislaine Maxwell fue condenada en Estados Unidos en 2022 a 20 años de prisión por reclutar menores de edad para Epstein.Desde 2019, el Duque de York cayó en desgracia debido a su cercanía con el financiero y se mantiene alejado de los actos públicos de la familia real británica.
