En la ruta del fentanilo de China a los puertos de Colima y Michoacán, según la SSPE, la región serrana de Chihuahua se ha convertido en punto estratégico para el tráfico hacia Estados Unidos. De acuerdo con Martha Aguilar, subsecretaria de Inteligencia y Análisis Policial, en el último lustro se ha detectado que desde los municipios de Balleza, Guachochi, Morelos y Guadalupe y Calvo parten paquetes por mensajería aérea y terrestre. El mapa, sin embargo, no ha servido para que se realicen decomisos, sólo está el registro de un decomiso en esa zona en 2023, cuando la FGR aseguró 130 mil pastillas, el mayor en el estado.Estados Unidos y México comparten una problemática relacionada con el fentanilo, y la Sierra Tarahumara, ubicada al sur del estado de Chihuahua, tiene un papel fundamental para los cárteles delincuenciales que tienen presencia en los municipios que colindan con Durango, Sonora y Sinaloa, en la cercanía de lo que se conoce como “El Triángulo Dorado”.
Martha Sugey Aguilar Gutiérrez, titular de la Subsecretaría de Inteligencia y Análisis Policial en la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) de Chihuahua, ofreció datos exclusivos para El Sol de Parral referentes a esta problemática.
En informes que ha realizado y que también fueron solicitados por la Plataforma Nacional de Transparencia, la funcionaria puntualiza que el trazado de algunas de las diferentes rutas de tráfico de fentanilo por el país inicia cuando el opioide proveniente de China o Hong Kong desembarca en puertos como el de Lázaro Cárdenas en el estado de Michoacán y en Manzanillo, Colima.
Señala que una vez que el producto ilegal se baja de los barcos que vienen de tierras ubicadas en el oriente del mundo, el producto se traslada en tierra o aire por los estados de Jalisco y Nayarit hasta tocar territorio en la serranía que comparten Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora.
Antes de que esta droga llegue a ciudades fronterizas como Juárez o Tijuana, pasa por municipios de la Sierra Tarahumara que colindan directamente con los estados de Sinaloa y Durango, un punto de salida para los cargamentos que posteriormente terminan en el límite con Estados Unidos.
En el mapeo proporcionado por Inteligencia y Análisis Policial se observa que el narcótico que llega por Sinaloa y Durango pasa por Guadalupe y Calvo, Balleza, Morelos y Guachochi, municipios que integran una zona que actualmente alberga conflictos que han generado el desplazamiento forzado de cientos de familias indígenas.
Los datos obtenidos a través de Transparencia, también exponen que William F. Kimbell, jefe de operaciones de la Agencia para el Control de Drogas (DEA), dijo que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está transportando el sintético por Texas y Chihuahua a través de corredores de tráfico que se ubican a lo largo de la frontera suroeste, incluyendo Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Matamoros y Nuevo Laredo.